30 de marzo de 2015

Crónicas de Hirondale XIII: No es tan fácil

Bajar la Montaña del Sabio Hams fue más sencillo que subirla. Alv llevaba a Isu y Aitor cogidos del pie, Koga llevaba a W y Bin, que seguían abrazados, y Samu llevaba a Alecs y Pokman a cuestas.
-Oye, ¿no deberíamos haberle puesto la ropa a Pokman?- inquirió el joven ninja, preocupado, a lo que su maestro repuso:
-Que lo hubiera pensado antes de desnudarse. Ahora tendrá que gastarse su dinero en ropa en la primera ciudad a la que lleguemos, que... por cierto, Alv, cuál es?
-Nuestro primer destino es la frontera sur del desierto Punto, ahí está uno de los 3 yacimientos mágicos que destruyó Sauk. Se trata de un templo. El flujo mágico, al parecer, nacía del centro del mismo y se propagaba al desierto desde ahí.
Cuando llegaban a la frontera de Vecegé y Punto, los borrachos empezaron a despertar. Primero fue Aitor, que al ver a Isu balanceándose a su lado, dormido, no pudo evitar sonrojarse. Se quedó ahí, colgado, en la espalda de Alv, meciéndose al ritmo de sus andares hasta que Bin también se despertó. Se miraron, y fue un cruce de miradas tan intenso que Samu, al verlos, pensó que se iba a quemar el aire entre ellos. Antes de que nadie pudiera hacer nada Bin, llevándose la mano al canalillo se sacó el arco y las flechas, y lanzó un  disparo salvaje hacía el mago. Por suerte, éste consiguió invocar una placa de hielo antes de que fuera demasiado tarde, así que la flecha rebotó en él, y fue a parar al cuello de un pato inocente que correteaba por aquella zona.

Un rato más tarde, Alv y Koga dejaron caer en el suelo sus cargas. Samu dejó a Alecs y a Pokman con más cuidado.Ya estaban todos despiertos, pero como nadie estaba incómodo con aquella manera de viajar, nadie había dicho nada.

Lo primero que hizo Bin fue acercarse a Aitor.
-A eso le llamo yo poner ojitos, guapo.
-Anda que tu no le has metido poca mano ni nada.- repuso el príncipe, enfadado.
-A ese... ese... ¿ese borracho? ¿Tú estés bien de la cabeza? Antes me liaría con un pato que con él, por favor.
-A ver, no discutáis por mi, Bin, señor príncipe. Hay Pokman suficiente para ambos.-  Pokman, que había empezado a escuchar la conversación, se metió por medio.
-¡Cállate, estúpido!- dijeron los dos.
-¿Pero que pasa aquí?-llegó Alecs.
-Nada... que no saben apreciar la belleza real del cuerpo humano.
-Eso es porque no me han visto a mi-terció W, para sonrojo de Bin y regocijeo de Aitor.
-O porque no han visto a Isu-Se rió Poli de las alturas, haciendo que la arquera y el príncipe cambiasen papeles.-Lo que está claro es que Patata no me ha visto de cerca. Como puede seguir rechazándome? ¿Acaso no ha visto no más, esta cara, este cuerpo?
-Poli... creo que Patata no quiere novios ahora mismo.
Poli, ven conmigo.- Dijo Aitor, alejándose del grupo.

-Te voy a contar cómo conocí a Patata y porqué no parece interesada en ti. Verás...
"Antes de la Caída de los Haps, Patata era una niña Hap que vivía feliz con su novio Ras. Ras era un Hap muy guapo, alto y atlético. Estaba profundamente enamorado de ella, y ella de él. Cuando crecieron, incluso pusieron un huevo. Pero Sauk destruyó vuestra tierra antes de que el huevo llegase a eclosionar. Ras y Patata sobrevivieron, y cuando Ras se metió en las lagunas de Sinnoh para rescatar el huevo... una temible serpiente laguniana se lo comió. Son criaturas horrendas, he oído que no nacen por medios naturales, que tienen que ser creadas mediante artes oscuras... Sauk realmente tenía que odiar a vuestra raza, trazó un plan realmente destructivo para exterminaros.
Patata, sola, sin nadie en este mundo que pudiera consolarla, echo a volar hasta que llegó a un desierto. Allí estuvo sola, como ella quería estar, hasta que la encontré, durante las expansiones de mi reino. "
Por eso, Patata ha decidido no volver a amar a nadie. A mi me quiere. Pero no me ama. Por eso apenas habla con los demás.

Poli no había podido evitar llorar, las lágrimas salían de debajo de las gafas de sol que siempre llevaba. 
-Pues yo haré que la sonrisa vuelva a su cara. No importa cuán difícil sea esta tarea, haré lo necesario porque ella sea feliz. Y me vengaré de Sauk para que no vuelva a hacer a nadie, sea Hap, sea humano, sea coliflor, daño, jamás!
-Poli... tu... realmente la quieres, ¿no es así?
El Hap asintió con la cabeza.
-Entonces... Poli, lucha por ese amor. No puedo decirte que no lo intentes, ya que nada es imposible. Pero te advierto que no va a ser nada fácil.
-Muchas gracias, Príncipe Aitor. - dijo Poli, fundiéndose en un sentimental abrazo con el monarca. Poli rompió a llorar fuertemente entre los brazos de Aitor, que decía:
-Mi pobre rana... lo que has tenido que sufrir siendo inocente...


---

Tras un par de días de viaje, la compañía alcanzó el Templo del Sur:
-No venía aquí desde que tenía 7 años.- comentó el Príncipe.
-Alguien me explica para que hemos venido aquí?-protestó W.
-Hemos venido a que el chico este active algo de ahí dentro para que la magia vuelva a fluir por el desierto y el desierto se convierta de nuevo en el Reino Helado que era antes.-trató de explicar Pokman.
-¿Y a nosotros qué nos importa que el desierto se congele?
-Idiota.-soltó Bin- Cuanto mayor sea el flujo de magia en Hirondale, mayores serán los ataques mágicos de Isu y el de los copos de nieve. Además, es nuestro deber ayudar a la gente, que los pobres han perdido sus hogares y necesitan el hielo.
-Estaba pensando...- Interrumpió Alecs- me gustaría mucho volver a Powerap, era un sitio verdaderamente interesante, y dejé pendientes un par de discusiones con Patch y Griffito... estaba pensando que, ya que somos un grupo realmente numeroso, podríamos separarnos. Quiero decir... que podría ir con alguien a Powerap mientras vosotros resolvéis los problemas del Reino Punto.

-Claro, es una idea genial! Yo iré contigo, Alecs.  Y desde ahí podemos ir directos a Term, no queda muy lejos. - propuso Alv.

-En ese caso, yo puedo ir a solucionar los problemas del Reino de Zukie...-empezó Koga.
-Y yo iré con Koga-sensei... - continuó Samu.
-Pero si en el Reino del Yaoi gracias al influjo de la Montaña del Sabio Hams no hay ningún problema, ¿Qué tonterías decís?
-Vaya, en qué estaría pensando-dijeron ambos ninjas, simulando risas.

-Pero si que estaría bien que alguno de ellos fuese a Powerap con Alecs y Alv, no?- mencionó Pokman.
-Yo iré.-Dijo Isu. - Si necesitan la magia, soy el indicado para ir, ¿eono?
-La verdad es que sí, eres el que debería ir. Pero así queda un equipo algo desequilibrado, Alv es el único capaz de luchar cuerpo a cuerpo...-pensó en voz alta Pokman
-Olvidas que mi nivel es muy superior al de todos vosotros, niño.

---


Con los dos grupos separados, los de Punto empezaron a investigar las ruinas, pero Aitor dijo:
-Investigar estas tierras es mi deber, como soberano. No puedo permitir que mi Reino os moleste.
Así que desapareció en el interior de las ruinas del antiguo templo.

Tras unas horas de espera, un joven apareció por el noroeste:
-Perdonadme, estimados viajeros, quienes sois y que hacéis en este templo?
Bin, a la que el chaval le había caído simpático, le explicó todo, con todo lujo de detalles. Finalmente le preguntó la identidad al hombre, que traía una túnica rojo fuego.
-Oh, cuanto lo siento. Soy el Príncipe Aruv, de Piralia.
-¿De Piralia?-se asombró Samu- ¿eso no es un Reino de ultramar, sensei?
-Lo es. Estuve allí en mi juventud, tienen muy buena cerveza.
-Gracias, sensei ninja- dijo el misterioso príncipe con una reverencia- es porque les añadimos una chispa de esto a las botellas de cerveza.-mientras decía esto, chasqueó los dedos creando una pequeña llama en la punta de su dedo, que desapareció en segundos.
-¡Hala! ¡Como mola!- W estaba maravillado.
-Esperaré con vosotros, si no os importa. Tengo que hablar con el príncipe Aitor, quiero pedirle matrimonio.

---

Mientras tanto, la otra comitiva avanzaba hacia la República Independiente de Powerap. Por el camino se toparon con un grupo de gente bastante numeroso, y el que iba en el centro, vestido con un traje de acero (Alecs creyó que era una aleación de las más resistentes) y capa amarilla, se adelantó hacia los viajeros.

Después de pedir explicaciones, a las cuales Alv respondió sin excederse, el extraño se presentó:
-Soy el Príncipe Magda, de Kanto. Vengo a Punto porque la última carta que envié, el año pasado, no ha recibido aún respuesta.
-Y... ¿qué ponía en esa carta, majestad?-curioseó Alecs.
-Era una carta para el Príncipe Aitor, quiero pedirle matrimonio.

---

En aquel momento, la tierra tembló en los alrededores del Templo del Sur. Los miembros que estaban allí del grupo que había visitado al Sabio Hams y Aruv dejaron la charla y se giraron para ver algo que los dejó boqueabiertos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario