10 de abril de 2015

Crónicas de Hirondale XV: Separados

[Isu, Alecs y Alv. ¿?]
Resumen: Mientras viajaban a Ikebukuro, capital de la R.I.P.,  a restaurar la magia de la tierra de Patch y Griffito, el grupo sufrió una emboscada de Sauk.

-De ti se encargará Peter.-dijo una voz llena de desdén. 
Alecs notó un fuerte golpe contra el suelo. Como además cayó primero con la cabeza, perdió la consciencia unos instantes. El joven, mirando alrededor, trató de descubrir dónde estaba. El suelo asfaltado, como en la República Independiente de Powerap, estaba salpicado de briznas de hierba y flores de todo tipo. Margarinas; rasos rojos, rosas, negros y azules; amsdilandes rojos, blancos, azules, multicolores… incluso otras cuyo nombre Alecs desconocía. “Seguro que el Sabio Hams conoce todas estas flores. Ojalá las conociera. Porque no tengo ni idea de dónde estoy. Los rasos, las margarinas y los Amsdilandes son todos de regiones diferentes, que yo sepa. Los rasos y los amsdilandes rojos y amarillos crecen en Yaoi. En Powerap tienen rasos de todos los colores menos rosas y vionulas, como aquellas de allí. Y las margarinas crecen sobre todo en casa. ¿Dónde estoy…?

“Lo más probable es que esto haya sido modificado por magia. ¿Quizás es una ilusión? ¿Es posible que en una ilusión pueda creer que estoy en una ilusión? Eso es algo demasiado pesado para descubrirlo ahora. Dado que estoy viendo flores que no conozco, y reconociendo mi déficit de conocimiento de ilusiones y de magia similar, ya que Aitor e Isu nunca me han hablado de algo así en mis investigaciones, voy a asumir que no estoy en una ilusión. Eso implica que este lugar goza de una fuerte presencia mágica, ya que todas estas plantas crecen del asfalto. En el asfalto de la República Independiente de Powerap y en el pavimento de todas las ciudades no crecen flores. Además, sabiendo algo de biología y de física es obvio que una planta no puede crecer en asfalto por medios naturales. Entonces, estoy en un lugar con una fuerte presencia mágica, vale.

“Quedan descartados pues los Reinos Yaoi y Punto, también las Salvajes Tierras del Oeste, la tierra Vecegé y nuestro hogar, Almia. Obviamente, no estoy en Sinnoh, el paisaje no encaja. Que yo sepa, el alcance de Sauk aún no ha llegado ultramar, así que aún hay magia en esas tierras, como en Piralia y en Kanto, pero no sé si hemos podido llegar tan lejos en tan poco tiempo. A no ser que haya pasado un día o más desde nuestro secuestro, lo cual no es posible, ya que no tengo ni sed ni hambre, no hemos podido llegar a ningún lugar tan lejano… ¿o sí?

“Sé que existe la magia de teletransporte, y haciendo caso a todo lo que sé sobre Sauk, es casi seguro que sabe usarla. Puede haberme dejado en cualquier lugar de Hirondale. Y si tenemos en cuenta el secretismo de este personaje, va a ser imposible averiguar dónde estoy. Me esconderé y esperaré a que llegue Peter. Entonces descubriré la salida. Hasta entonces… debería explorar.”


Mientras tanto, Alecs había caminado por el asfalto florido, hasta que había llegado ante una puerta en mitad de la nada. La abrió y no vio nada. Decidió dar la vuelta y abrirla desde ahí, pero tampoco pudo ver nada al otro lado de la puerta. Se quedó mirándola y sonriendo, dijo:
-Así que con la magia se puede juguetear con la 4ª dimensión… je, qué curioso…

Al dar una vuelta más a la puerta pudo ver detrás una casa. Fue apareciendo poco a poco según Alecs iba girando, como si el espacio de antes fuese tan solo un escenario que le impidiera ver la casa. Abrió la puerta y esta vez sí, entró.

Mientras, Isu y Alv continuaban en manos de Sauk.


[Samu, Koga y Pokman, Sur del Reino Punto]

Resumen: Mientras corrían a salvar al Príncipe Aitor del Templo del Sur, Peter detuvo a medio grupo, decidido a matarlos. ¿Quién ganará?

Samu lanzó otro shuriken, al límite de sus fuerzas. Koga estaba en el suelo, inerte. Pokman estaba sangrando de la cabeza y de varias heridas en el pecho y el abdomen, así como de diversos cortes en las piernas. “Debería luchar con armadura, aunque sacrifique velocidad” pensó Samu “. Se va a desangrar”.

Peter había decidido que era mucho más seguro librarse primero del ninja adulto para luego acabar con los otros dos. Sin embargo, no quería matarlo, podía ser que a Sauk le interesase. Aquel  ninja era bueno, muy bueno. No como los dos que le quedaban. Uno era ninja, pero el otro le estaba dando demasiada guerra para ser un karateka. Los karatekas luchan sin armas, tal es el significado de su nombre, “el que lucha con las manos vacías”. Por eso, a Peter le asombraba la resistencia que oponía el joven. Pokman, creía que se llamaba.

-Oye, tú, Pokman. ¿Por qué luchas con tanta insistencia? ¿No sabes quién soy?

-¿Qué más da quien seas? Estás en el camino de mis amigos, y si no te derroto no podrán hacer lo que deben. He de vencerte.

Samu y Peter miraron al chico en calzoncillos boqueabiertos. Denotaba una determinación que ninguno de los allí presentes había visto nunca.

En aquel instante, Pokman lanzó el puño hacia Peter, empezando a girar sobre sí mismo, tan rápido que incluso Samu tenía problemas para ver claramente su ritmo. Al recibir el golpe, el caballero soltó la espada, la cual fue a parar muy cerca de Koga. Este, recién recuperado de su pérdida de conocimiento, alargó el brazo para cogerla, dejando el arma fuera del alcance de su propietario.
Peter gruñó, iracundo, pero con un movimiento veloz logró recoger su espada. De todas formas, para entonces, Pokman y Samu habían logrado coger al sensei y se estaban alejando. Peter esbozó una media sonrisa mientras los veía alejarse.

-Da igual que huyáis ahora, un desliz torpe como este lo tiene cualquiera. La próxima vez que nos veamos no fallaré, y podré venceros de forma limpia y perfecta.

[Alv e Isu, ¿?]

-Luego os haré caso. Espero que la estancia sea de vuestro agrado, no quiero que digan que el mago de Hirondale no trata a sus invitados con cortesía.
Cuando pudieron volver a ver, descubrieron que estaban en una estancia ricamente decorada, llena de tapices y alfombras, con varias mesas llenas de comidas y bebidas deliciosas. Pero, por suerte, los que habían sido secuestrados no eran de esos que se dejan llevar por los placeres terrenales, si no que eran de los que evalúan la situación. Sauk había salido de la estancia desapareciendo, así que no podían seguir esa ruta. Miraron alrededor y no toparon ventanas ni puertas de ningún tipo.
-Podrías intentar romper la pared… ¿no crees? – preguntó Isu, vacilante.
-Ayúdame a quitar los tapices.
Tras 6 capas de tapices, descubrieron la pared.  No tenía nada del otro mundo, pero aún así, Alv le comentó a Isu:
-Sarah inventó un hechizo para debilitar estructuras. Sería bueno enseñártelo a ti también. Junta las manos así mientras pronuncias “Dopatem” y luego ponlas en la pared rápidamente.
Isu hizo lo que le dijo y al instante notó la sensación que causaba el flujo de magia al recorrer su cuerpo. No salió ninguna luz ni nada parecido, pero cuando acabó, antes de que pudiera darle la señal al ninja, este ya estaba golpeando la pared. Tras 3 golpes, la pared se rompió, pero lo que vieron (o lo que no vieron) al otro lado dejó a Isu boqueabierto: no había nada. Absolutamente nada. Un espacio carente de todo, lleno de nada.
-Isu, siento tener que decir esto, pero este sitio se va a colapsar. Te lo explicaré en otro momento, pero tenemos que salir de aquí. Y la única manera posible es mediante magia de teletransporte. Abrázame bien fuerte.

En ese momento Alv presionó un botón oculto de su colgante, en forma de pájaro, y ambos se sumieron en una luz brillante. 

[W, Bin, Haps y príncipes]

Resumen: El príncipe Aitor ha sido secuestrado por el autoproclamado príncipe Mankys. Bin, W y los Haps han acudido en su busca, acompañados de los Príncipes Magda y Aruv, pretendientes de Aitor.

-¡El Príncipe Aitor es mío!-gritaron a la vez Aruv y Magda.

-Vaya con el Aitorcito, y parecía una mosquita muerta.-comentó Bin.

-No como tú, a ti se te ve lo peligrosa que eres nada más verte.- añadió W.

-¡Croack, bien dicho!-se metió Poli.

-Chicos…- suspiró Patata.

-Todos iguales.- terminó Bin.

-Que bien, mientras discuten entre ellos aprovecharé para llevarme a Aitor a la iglesia.

Así, Mankys desapareció por una de las puertas de la sala, para reaparecer con el príncipe de Punto siguiéndolo.
-¡Aitor nunca seguiría tan mansamente a un desconocido!, ¿Qué le has hecho?- Advirtió Patata.

-Nada, solo le he hecho un poco más… susceptible a mis ideas.

Mientras tanto, W había conseguido acercarse a Aitor, al que le dijo:

-Eh, hemos venido a salvarte, parguela.

Pero Aitor no respondió con nada más que un asentimiento de cabeza y un inexpresivo “um”. W se picó y volvió con Bin, los Haps y los príncipes.

-Es un desagradecido, deberíamos dejarle con ese secuestrador.

Entonces, la cabeza de Bin se puso a pensar. Sacándose el arco a velocidad de vértigo, lanzó una flecha justo por delante de la nariz del príncipe, que ni se inmutó. El Príncipe Magda se preocupó:

-¿Pero qué haces, loca?

-Yo sé qué hace. – dijo Aruv. – Comprueba que Aitor está completamente  hipnotizado.  
-No eres para nada tonto, eh… Aruv? Si, Aruv. Eso es, lo que dice Aruv. El tal Mankys ha debido hipnotizar a Aitor para obligarlo a casarse con él. Aunque el tal Aitor sea un idiota- nada más decir esto Bin se ganó sendas miradas furiosas de Aruv y Magda-no parece de esos que se van con el primero que conocen.

-Bueno, entonces… ¿Qué tenemos que hacer?- dijo W, confuso.

-Seguro que Patata lo sabe.-comentó Poli.

-Claro que lo sé. Tenemos que cargarnos a ese.-dijo la aludida, señalando a Mankys.

-Yo me encargo, je. Es la ocasión perfecta para que el príncipe de Kanto se luzca.-Magda se soltó la capa y desenfundó la espada, preparándose para luchar contra el príncipe de las Tierras Salvajes del Este.

-¡No le mires a los ojos!- advirtió Poli.

-¿Y eso por qué?- preguntó Aruv.

-Los cuentacuentos de la aldea decíann que los hipnotizadores ejercen su influencia por los ojos- dijeron W y Bin a la vez. Al acabar  de decirlo se miraron y ella se sonrojó un poco, pero volvieron a centrar su atención en Magda. El guerrero avanzaba frente a frente hacia Mankys, el cual lo miraba con una media sonrisa. Sacó un largo sable, una hoja curva.

-La luna me dará poder, oh, vulgar príncipe.

-Siglos de historia real occidental me respaldan. La cruz sagrada me protege.

-Oye, Patata, ¿Tú sabes qué es eso de la cruz sagrada y la luna y esas cosas? – preguntó Poli, curioso.

-Verás, tanto al este como al oeste, las religiones son organizadas. En Kanto, Johto y gran parte del oeste de Yaoi adoran a un Dios, uno único, y dicen algo sobre su hijo, que vive por allí y va concediendo milagros y así…. En cambio, al este, creen en otro Dios diferente. Si no fuera porque estamos nosotros y la República Independiente de Powerap en medio ya estarían ambos bandos en guerra.

-Entiendo. ¿Y no es el mismo el Dios del este y el del oeste?

-Yo personalmente no creo que exista ningún Dios. Mira, Poli, esta conversación es muy interesante, ¿Pero no crees que es un mal momento para hablar de esto? Estoy muy preocupada por Aitor.

-Tranquila- dijo Poli, abrazándola-no le pasará nada. Magda le salvará.

En un principio el abrazo pareció tener un efecto tranquilizador sobre la Hap, pero volvió a refunfuñar:
-¿Magda? ¿Ese patán kantiano? Nunca me gustó como pareja para Aitor. O sea, podíamos aprovechar que es gay y así que se líe con el príncipe de algún gran reino, como el hijo de Aranel, uno de los candidatos al trono de Yaoi, pero no, tenía que cartearse con Magda.  A ver, tampoco digo que sea malo, Kanto es grande y rico en recursos naturales no-mágicos, pero que la industria de la magia es un fuerte pilar de la sociedad Punto y que hay opciones mucho mejores. Y si se va con Aruv yo ya me voy de la vida. Ese fuegos con el pelo pintado de monogrillo, que parece un bicho. De verdad, parece que no es un príncipe de verdad, Aitor sí parece un príncipe de verdad.

-Eh, calma, calma, te estas saturando, no crees…- Dijo Poli, mientras acercaba lentamente su cara a la cara de Patata…

-¡No puedo con esta tensión!- dijo Patata,  dejándose caer suavemente al suelo.

Mientras tanto, el duelo de espadas había comenzado.
Mankys parecía llevar ventaja, pero la defensa de Magda era inquebrantable. Mientras tanto, Bin y Aruv habían maniatado a Aitor, para que no hiciera nada indeseado. W vigilaba que Magda no necesitara ayuda. Si él podía rescatar a Aitor solo, para luego casarse con él, vale, pero no estaba dispuesto a perder a Aitor, un compañero de viaje, por las tonterías del juego de tronos.
Finalmente, tras casi una larga hora de combate, Magda logró contraatacar con fuerza,  haciendo que su rival cayera hacia atrás, herido mortalmente.
-Maldición… no he podido resistir… perdóname, Aitor. Pero no soy digno de ti.

-¿Organizas todo esto por él? Tú eres tonto.- dijo Bin- que sólo es un tipo normal, no es nada de otro mundo. Además, le gus…

-No le gusta NADA.- dijo Aitor, recuperado de su trance tras el golpe a Mankys.- Y agradecería tener libertad de movimient…- en cuanto vio la cara del príncipe Aruv, Aitor se quedó sin palabras.-¿Perdón, me harías el favor de desatarme?
Magda también estaba  algo tocado, ya que tras la lucha, al ver y oír al príncipe Aitor se dio cuenta de cuan equivocado había estado.

-Yo no quiero compartir mi vida con esta persona, soy un estúpido. – Estaba llorando.- Expandir Kanto con el desierto no es algo por lo que sacrificar mi amor. Prefiero irme de aquí ahora, que estoy a tiempo, que convertir esto en mis dominios.
Dado que había perdido los motivos de estar allí, Magda, apenado, salió de allí, dispuesto a ensillar su caballo y a volver a casa.
Mientras, Aruv y Aitor se conocían. Y al parecer se estaban cayendo bastante bien.
-Cuando encontraré yo a alguien así- dijo W al verlo.
-¿Para qué lo necesitas?- refunfuñó Bin

-Cuando encontraré yo a alguien así.- repitió Poli, mirando de reojo a Patata, la cual miraba la escena iracunda.

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