[Isu, Alecs y Alv.
¿?]
Resumen:
Mientras viajaban a Ikebukuro, capital de la R.I.P., a restaurar la magia de la tierra de Patch y
Griffito, el grupo sufrió una emboscada de Sauk.
-De ti se
encargará Peter.-dijo una voz llena de desdén.
Alecs notó un fuerte golpe contra
el suelo. Como además cayó primero con la cabeza, perdió la consciencia unos
instantes. El joven, mirando alrededor, trató de descubrir dónde estaba. El
suelo asfaltado, como en la República Independiente de Powerap, estaba
salpicado de briznas de hierba y flores de todo tipo. Margarinas; rasos rojos,
rosas, negros y azules; amsdilandes rojos, blancos, azules, multicolores…
incluso otras cuyo nombre Alecs desconocía. “Seguro que el Sabio Hams conoce
todas estas flores. Ojalá las conociera. Porque no tengo ni idea de dónde
estoy. Los rasos, las margarinas y los Amsdilandes son todos de regiones
diferentes, que yo sepa. Los rasos y los amsdilandes rojos y amarillos crecen
en Yaoi. En Powerap tienen rasos de todos los colores menos rosas y vionulas,
como aquellas de allí. Y las margarinas crecen sobre todo en casa. ¿Dónde
estoy…?
“Lo más probable
es que esto haya sido modificado por magia. ¿Quizás es una ilusión? ¿Es posible
que en una ilusión pueda creer que estoy en una ilusión? Eso es algo demasiado
pesado para descubrirlo ahora. Dado que estoy viendo flores que no conozco, y
reconociendo mi déficit de conocimiento de ilusiones y de magia similar, ya que
Aitor e Isu nunca me han hablado de algo así en mis investigaciones, voy a
asumir que no estoy en una ilusión. Eso implica que este lugar goza de una
fuerte presencia mágica, ya que todas estas plantas crecen del asfalto. En el
asfalto de la República Independiente de Powerap y en el pavimento de todas las
ciudades no crecen flores. Además, sabiendo algo de biología y de física es
obvio que una planta no puede crecer en asfalto por medios naturales. Entonces,
estoy en un lugar con una fuerte presencia mágica, vale.
“Quedan
descartados pues los Reinos Yaoi y Punto, también las Salvajes Tierras del
Oeste, la tierra Vecegé y nuestro hogar, Almia. Obviamente, no estoy en Sinnoh,
el paisaje no encaja. Que yo sepa, el alcance de Sauk aún no ha llegado
ultramar, así que aún hay magia en esas tierras, como en Piralia y en Kanto,
pero no sé si hemos podido llegar tan lejos en tan poco tiempo. A no ser que
haya pasado un día o más desde nuestro secuestro, lo cual no es posible, ya que
no tengo ni sed ni hambre, no hemos podido llegar a ningún lugar tan lejano… ¿o
sí?
“Sé que existe la
magia de teletransporte, y haciendo caso a todo lo que sé sobre Sauk, es casi
seguro que sabe usarla. Puede haberme dejado en cualquier lugar de Hirondale. Y
si tenemos en cuenta el secretismo de este personaje, va a ser imposible
averiguar dónde estoy. Me esconderé y esperaré a que llegue Peter. Entonces
descubriré la salida. Hasta entonces… debería explorar.”
Mientras tanto,
Alecs había caminado por el asfalto florido, hasta que había llegado ante una
puerta en mitad de la nada. La abrió y no vio nada. Decidió dar la vuelta y
abrirla desde ahí, pero tampoco pudo ver nada al otro lado de la puerta. Se
quedó mirándola y sonriendo, dijo:
-Así que con la
magia se puede juguetear con la 4ª dimensión… je, qué curioso…
Al dar una vuelta
más a la puerta pudo ver detrás una casa. Fue apareciendo poco a poco según
Alecs iba girando, como si el espacio de antes fuese tan solo un escenario que
le impidiera ver la casa. Abrió la puerta y esta vez sí, entró.
Mientras, Isu y
Alv continuaban en manos de Sauk.
[Samu, Koga y
Pokman, Sur del Reino Punto]
Resumen:
Mientras corrían a salvar al Príncipe Aitor del Templo del Sur, Peter detuvo a
medio grupo, decidido a matarlos. ¿Quién ganará?
Samu lanzó otro
shuriken, al límite de sus fuerzas. Koga estaba en el suelo, inerte. Pokman
estaba sangrando de la cabeza y de varias heridas en el pecho y el abdomen, así
como de diversos cortes en las piernas. “Debería luchar con armadura, aunque
sacrifique velocidad” pensó Samu “. Se va a desangrar”.
Peter había
decidido que era mucho más seguro librarse primero del ninja adulto para luego
acabar con los otros dos. Sin embargo, no quería matarlo, podía ser que a Sauk le interesase. Aquel ninja era bueno,
muy bueno. No como los dos que le quedaban. Uno era ninja, pero el otro le
estaba dando demasiada guerra para ser un karateka. Los karatekas luchan sin
armas, tal es el significado de su nombre, “el que lucha con las manos vacías”.
Por eso, a Peter le asombraba la resistencia que oponía el joven. Pokman, creía
que se llamaba.
-Oye, tú, Pokman.
¿Por qué luchas con tanta insistencia? ¿No sabes quién soy?
-¿Qué más da
quien seas? Estás en el camino de mis amigos, y si no te derroto no podrán
hacer lo que deben. He de vencerte.
Samu y Peter
miraron al chico en calzoncillos boqueabiertos. Denotaba una determinación que
ninguno de los allí presentes había visto nunca.
En aquel
instante, Pokman lanzó el puño hacia Peter, empezando a girar sobre sí mismo,
tan rápido que incluso Samu tenía problemas para ver claramente su ritmo. Al
recibir el golpe, el caballero soltó la espada, la cual fue a parar muy cerca
de Koga. Este, recién recuperado de su pérdida de conocimiento, alargó el brazo
para cogerla, dejando el arma fuera del alcance de su propietario.
Peter gruñó,
iracundo, pero con un movimiento veloz logró recoger su espada. De todas
formas, para entonces, Pokman y Samu habían logrado coger al sensei y se
estaban alejando. Peter esbozó una media sonrisa mientras los veía alejarse.
-Da igual que
huyáis ahora, un desliz torpe como este lo tiene cualquiera. La próxima vez que
nos veamos no fallaré, y podré venceros de forma limpia y perfecta.
[Alv e Isu, ¿?]
-Luego os haré
caso. Espero que la estancia sea de vuestro agrado, no quiero que digan que el
mago de Hirondale no trata a sus invitados con cortesía.
Cuando pudieron
volver a ver, descubrieron que estaban en una estancia ricamente decorada,
llena de tapices y alfombras, con varias mesas llenas de comidas y bebidas
deliciosas. Pero, por suerte, los que habían sido secuestrados no eran de esos
que se dejan llevar por los placeres terrenales, si no que eran de los que
evalúan la situación. Sauk había salido de la estancia desapareciendo, así que
no podían seguir esa ruta. Miraron alrededor y no toparon ventanas ni puertas
de ningún tipo.
-Podrías intentar
romper la pared… ¿no crees? – preguntó Isu, vacilante.
-Ayúdame a quitar
los tapices.
Tras 6 capas de
tapices, descubrieron la pared. No tenía
nada del otro mundo, pero aún así, Alv le comentó a Isu:
-Sarah inventó un
hechizo para debilitar estructuras. Sería bueno enseñártelo a ti también. Junta
las manos así mientras pronuncias “Dopatem” y luego ponlas en la pared
rápidamente.
Isu hizo lo que
le dijo y al instante notó la sensación que causaba el flujo de magia al
recorrer su cuerpo. No salió ninguna luz ni nada parecido, pero cuando acabó,
antes de que pudiera darle la señal al ninja, este ya estaba golpeando la
pared. Tras 3 golpes, la pared se rompió, pero lo que vieron (o lo que no
vieron) al otro lado dejó a Isu boqueabierto: no había nada. Absolutamente
nada. Un espacio carente de todo, lleno de nada.
-Isu, siento
tener que decir esto, pero este sitio se va a colapsar. Te lo explicaré en otro
momento, pero tenemos que salir de aquí. Y la única manera posible es mediante
magia de teletransporte. Abrázame bien fuerte.
En ese momento
Alv presionó un botón oculto de su colgante, en forma de pájaro, y ambos se
sumieron en una luz brillante.
[W, Bin,
Haps y príncipes]
Resumen: El
príncipe Aitor ha sido secuestrado por el autoproclamado príncipe Mankys. Bin,
W y los Haps han acudido en su busca, acompañados de los Príncipes Magda y
Aruv, pretendientes de Aitor.
-¡El Príncipe
Aitor es mío!-gritaron a la vez Aruv y Magda.
-Vaya con el Aitorcito,
y parecía una mosquita muerta.-comentó Bin.
-No como tú, a ti
se te ve lo peligrosa que eres nada más verte.- añadió W.
-¡Croack, bien
dicho!-se metió Poli.
-Chicos…- suspiró
Patata.
-Todos iguales.-
terminó Bin.
-Que bien,
mientras discuten entre ellos aprovecharé para llevarme a Aitor a la iglesia.
Así, Mankys
desapareció por una de las puertas de la sala, para reaparecer con el príncipe
de Punto siguiéndolo.
-¡Aitor nunca
seguiría tan mansamente a un desconocido!, ¿Qué le has hecho?- Advirtió Patata.
-Nada, solo le he
hecho un poco más… susceptible a mis ideas.
Mientras tanto, W
había conseguido acercarse a Aitor, al que le dijo:
-Eh, hemos venido
a salvarte, parguela.
Pero Aitor no
respondió con nada más que un asentimiento de cabeza y un inexpresivo “um”. W
se picó y volvió con Bin, los Haps y los príncipes.
-Es un
desagradecido, deberíamos dejarle con ese secuestrador.
Entonces, la
cabeza de Bin se puso a pensar. Sacándose el arco a velocidad de vértigo, lanzó
una flecha justo por delante de la nariz del príncipe, que ni se inmutó. El
Príncipe Magda se preocupó:
-¿Pero qué haces,
loca?
-Yo sé qué hace. –
dijo Aruv. – Comprueba que Aitor está completamente hipnotizado.
-No eres para
nada tonto, eh… Aruv? Si, Aruv. Eso es, lo que dice Aruv. El tal Mankys ha
debido hipnotizar a Aitor para obligarlo a casarse con él. Aunque el tal Aitor
sea un idiota- nada más decir esto Bin se ganó sendas miradas furiosas de Aruv
y Magda-no parece de esos que se van con el primero que conocen.
-Bueno, entonces…
¿Qué tenemos que hacer?- dijo W, confuso.
-Seguro que
Patata lo sabe.-comentó Poli.
-Claro que lo sé.
Tenemos que cargarnos a ese.-dijo la aludida, señalando a Mankys.
-Yo me encargo,
je. Es la ocasión perfecta para que el príncipe de Kanto se luzca.-Magda se
soltó la capa y desenfundó la espada, preparándose para luchar contra el
príncipe de las Tierras Salvajes del Este.
-¡No le mires a
los ojos!- advirtió Poli.
-¿Y eso por qué?-
preguntó Aruv.
-Los
cuentacuentos de la aldea decíann que los hipnotizadores ejercen su influencia
por los ojos- dijeron W y Bin a la vez. Al acabar de decirlo se miraron y ella se sonrojó un
poco, pero volvieron a centrar su atención en Magda. El guerrero avanzaba
frente a frente hacia Mankys, el cual lo miraba con una media sonrisa. Sacó un
largo sable, una hoja curva.
-La luna me dará
poder, oh, vulgar príncipe.
-Siglos de
historia real occidental me respaldan. La cruz sagrada me protege.
-Oye, Patata, ¿Tú
sabes qué es eso de la cruz sagrada y la luna y esas cosas? – preguntó Poli,
curioso.
-Verás, tanto al
este como al oeste, las religiones son organizadas. En Kanto, Johto y gran
parte del oeste de Yaoi adoran a un Dios, uno único, y dicen algo sobre su
hijo, que vive por allí y va concediendo milagros y así…. En cambio, al este,
creen en otro Dios diferente. Si no fuera porque estamos nosotros y la
República Independiente de Powerap en medio ya estarían ambos bandos en guerra.
-Entiendo. ¿Y no es
el mismo el Dios del este y el del oeste?
-Yo personalmente
no creo que exista ningún Dios. Mira, Poli, esta conversación es muy
interesante, ¿Pero no crees que es un mal momento para hablar de esto? Estoy
muy preocupada por Aitor.
-Tranquila- dijo
Poli, abrazándola-no le pasará nada. Magda le salvará.
En un principio
el abrazo pareció tener un efecto tranquilizador sobre la Hap, pero volvió a
refunfuñar:
-¿Magda? ¿Ese
patán kantiano? Nunca me gustó como pareja para Aitor. O sea, podíamos
aprovechar que es gay y así que se líe con el príncipe de algún gran reino,
como el hijo de Aranel, uno de los candidatos al trono de Yaoi, pero no, tenía
que cartearse con Magda. A ver, tampoco
digo que sea malo, Kanto es grande y rico en recursos naturales no-mágicos,
pero que la industria de la magia es un fuerte pilar de la sociedad Punto y que
hay opciones mucho mejores. Y si se va con Aruv yo ya me voy de la vida. Ese
fuegos con el pelo pintado de monogrillo, que parece un bicho. De verdad,
parece que no es un príncipe de verdad, Aitor sí parece un príncipe de verdad.
-Eh, calma,
calma, te estas saturando, no crees…- Dijo Poli, mientras acercaba lentamente
su cara a la cara de Patata…
-¡No puedo con
esta tensión!- dijo Patata, dejándose caer suavemente al suelo.
Mientras tanto,
el duelo de espadas había comenzado.
Mankys parecía
llevar ventaja, pero la defensa de Magda era inquebrantable. Mientras tanto,
Bin y Aruv habían maniatado a Aitor, para que no hiciera nada indeseado. W
vigilaba que Magda no necesitara ayuda. Si él podía rescatar a Aitor solo, para
luego casarse con él, vale, pero no estaba dispuesto a perder a Aitor, un
compañero de viaje, por las tonterías del juego de tronos.
Finalmente, tras
casi una larga hora de combate, Magda logró contraatacar con fuerza, haciendo que su rival cayera hacia atrás,
herido mortalmente.
-Maldición… no he
podido resistir… perdóname, Aitor. Pero no soy digno de ti.
-¿Organizas todo
esto por él? Tú eres tonto.- dijo Bin- que sólo es un tipo normal, no es nada
de otro mundo. Además, le gus…
-No le gusta
NADA.- dijo Aitor, recuperado de su trance tras el golpe a Mankys.- Y agradecería
tener libertad de movimient…- en cuanto vio la cara del príncipe Aruv, Aitor se
quedó sin palabras.-¿Perdón, me harías el favor de desatarme?
Magda también
estaba algo tocado, ya que tras la
lucha, al ver y oír al príncipe Aitor se dio cuenta de cuan equivocado había estado.
-Yo no quiero
compartir mi vida con esta persona, soy un estúpido. – Estaba llorando.-
Expandir Kanto con el desierto no es algo por lo que sacrificar mi amor.
Prefiero irme de aquí ahora, que estoy a tiempo, que convertir esto en mis
dominios.
Dado que había
perdido los motivos de estar allí, Magda, apenado, salió de allí, dispuesto a
ensillar su caballo y a volver a casa.
Mientras, Aruv y
Aitor se conocían. Y al parecer se estaban cayendo bastante bien.
-Cuando
encontraré yo a alguien así- dijo W al verlo.
-¿Para qué lo
necesitas?- refunfuñó Bin
-Cuando
encontraré yo a alguien así.- repitió Poli, mirando de reojo a Patata, la cual
miraba la escena iracunda.
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