6 de marzo de 2015

Cronicas de Hirondale IV: ¡Entrenemos!

Isu agarraba el palo con fuerza. Medía lo mismo que él. Concentrado, se preparó para detener la estocada de W. Falló. Otra vez. La madera lo golpeó dolorosamente en el costado. W, serio, lo ayudó a levantarse. Isu aún no podía creer que su amigo cambiase tanto cuando cogía un arma. Sería por el ataque de la Trerra? 

Mientras Isu y W se batían en duelo, algo mas allá Pokman aprendía con Alv. El sensei le había regalado a su alumno unos mitones que hacían que al cerrar el puño saliesen garras de los nudillos.
-No pienso luchar con eso, me parece desleal y rastrero. - dijo, en cuanto lo vio.
-¿Manza, el héroe del pasado, te parece rastrero? Usaba unos igualitos.- Le reprochó Alv- además, si te digo que te los pongas, te los pones. Y punto.
-Manza... ¡El gran Manza luchaba con nudillos, es cierto!- Pokman abrió los ojos como platos y no pudo evitar una exclamación de admiración. -No me los quitaré, sensei. Muchas gracias.- dijo, con una reverencia.
-Deberías quitartelos a veces. Para dormir o ir al baño, por ejemplo. Sarah se enfadaba conmigo porque cuando salíamos como novios los llevaba puestos y le hacía daño. 
-Si, sensei. Perdone, sensei.

Al mismo tiempo, Bin y Alecs entrenaban con dianas. Ninguno le lograba dar al centro exacto, pero se podía decir que habían mejorado. La primera flecha de Bin había matado a un pato. Al que no apuntaba. Poli los animaba desde la sombra de un árbol.

Alecs hizo la pregunta que compartía con todos sus compañeros:
-Oiga, Koga sensei... ¿Por qué decidisteis entrenarnos? no hems pagado tasa alguna, y tengo entendido que la marticula del dôjo no es barata.
-Dudo que pueda explicároslo, ni siquiera tú tienes los conocimientos necesarios para comprender la importancia de Isu en el seno de la historia mundial.
Isu paró de entrenar. "¿Mi importancia? Si sólo quiero conquistar a Gabby..." tuvo que concentrarse en la lucha de nuevo, ya que la espada de W no dejaba tiempo para conversaciones.

Samu había desaparecido en el bosque. Cuando W se dio cuenta de eso y se lo dijo a Koga, que estaba supervisando su lucha con Isu, no recibió más respuesta que una colleja.
-Si Isu fuese un enemigo real, ahora mismo estarías muerto. Y tú, Isu, si este mocoso fuese un enemigo real, habrías aprovechado esta metedura de mata garrafal para matarlo.

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Mientras tanto, en Troia, reinaba el caos, Nadie sabía a donde habían ido Isu, W, Alecs y Bin. El chico ninja también había desaparecido, pero eso no era novedoso. Hasta que, rebuscando en casa de Isu, su hermano pequeño, Alecs Seison, se topó con una carta suya.
-Trae, dame eso, Gabby e Isu son muy buenos amigos, debo llevarle esto para que lo lea.- dijo una voz que el pequeño Alex Seison conocía bien.

La voz pertenecía al gallardo Vic, hijo de un rico. Se llevaba muy bien con todos, a diferencia de los hijos de otros ricos. Vic guardaba cierto parecido con Isu, por eso voló a casa de Gabby. Le entregó la carta.

Gabby casi se cayó al leer la carta. ¿Cómo que Isu se iba a buscar a yoquesequé Hams? ¿Esque no tenía suficiente con la biblioteca de Term? ¡Isu, su querido Isu no podía desaparecer así de su vida!

-Gracias por el detalle, Vic.
-Yo... me preguntaba si... no sé, si esto te ha dejado triste, yo puedo consolarte, que tu mejor amigo se vaya no es lo mas agradable que puede pasarle a...
-Tranquilo. Estoy bien. No te molestes.
-No es molestia, Gabby, de verd...
-¡QUE ME DEJES EN PAZ! ¡QUIERO ESTAR SOLA!- dicho esto, Gabby cerró la puerta de un sonoro portazo, dejando a Vic y a su roto corazón en la puerta. Se echó a llorar en la cama.

Mientras, por la ventana, una capucha desapareció entre los arbustos. "Como este sentimiento sea mutuo entre los dos jóvenes, no tendré que mover apenas un dedo para cumplir mi objetivo".

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Isu volvió a coger el bastón. La estocada de la izquierda de W fue rápida, pero la paró. El siguiente ataque fue aún mas rápido, pero el bastón de Isu lo fue mas. Los tres ataques siguientes que W encadenó con la experiencia adquirida durante sólo dos días de entrenamiento chocaron contra la madera otra vez. Finalmente, tuvieron que dejarlo en tablas y fueron a bañarse al río con Pokman y Alecs, ya que sudaban a mares. W preguntó por Bin al entrar en el agua, pero, naturalmente, la respuesta llegó en forma de flecha que pasó bajo la nariz del curioso desde río abajo, donde Bin se bañaba.

Mientras, algo mas abajo, Koga, Alv y Samu miraban con atención el río. Leían las ondulaciones de la corriente, a través de las cuales Taco y Scraggy les contaban noticias.
Noticias demasiado buenas, en opinión de Koga. Debían tener cuidado.

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