3 de marzo de 2015

Cronicas de Hirondale II: ¡En Marcha!

-¿Falta mucho? - se quejó Pokman.
-Claro, Term está a 2 dias de viaje, tonto-respondió W.
-De todas formas, para que vamos a Term?
-Nos desviamos un poco de la ruta más corta hasta el hogar del sabio Hams, si, pero esque Samu quería despedirse de los miembros del clan.- respondió Alecs- encima,Term es una de las mayores ciudades por aquí y podríamos obtener información interesante, además de tener ocasión de comprar elementos bastante útiles. Como armas de verdad.
La razón de que dijera eso es que las armas que con tanto entusiasmo habían blandido momentos antes eran herramientas de granja a las que les habían hecho pequeños arreglos. En Troia se vivía por,  para y en esa pequeña tierra, así que excepto Samu, ninguno había visto un arma real. Aun así, el ninja también necesitaba avituallamiento, los shurikens que llevaba en ese momento eran de corteza de árbol. No necesitaba mayor arma en el pacífico pueblo de Troia.
Aquella región era característica por la calma que reinaba, era como si la personalidad de Isu se hubiese materializado en los alrededores de Term. Por eso, W, Samu y Alecs consideraban el lugar bastante aburrido.
Por eso, cuando apareció una rata morada con bastantes malas pulgas en medio del camino, nadie se preocupó demasiado.
Cuando se acercaron algo mas, el ninja se dio cuenta de que algo no andaba bien.
-Es una Trerra de entrenamiento, tened cuidado. A pesar de su pequeño tamaño, tienen una fuerza impresionante. Deberíamos dar un pequeño rodeo.
Demasiado tarde. W ya se había lanzado contra el roedor al grito de "¡POR ENCIMA DE TU CADAVER, RATÓN ASQUEROSO!" Y este había reaccionado rápidamente lanzándose a morder la pata del joven. Por suerte, Poli logró darle un tirón hacia atrás a la Trerra,  haciendo que fallase por poco, lo que permitió que W la golpeara varias veces en la cabeza con su espada.
Samu se dispuso a acercarse, pero al ver que Pokman tenia sus mismas intenciones se detuvo. Una Trerra era un enemigo fácil para dos personas, pero una Trerra intimidada tendía a pedir auxilio a otras. Y una jauría de Trerras no era un enemigo tan sencillo de abatir.
Para su sorpresa, Alecs ya había ordenado a todos que dejasen actuar a Pokman y W. Samu no sabía que Alecs había pasado mucho tiempo leyendo libros de historia, biología y cartografía y que, gracias a ello, tenía profundos conocimientos del mundo que habitaban.
Pokman soltaba espadazos a diestro y siniestro, pero cada fallo lo frustraba mas. Sentía que la rata asquerosa esa se estaba riendo de él. Los arañazos en su piel y en la de W eran burlas del roedor, al que Pokman podía oir en su cabeza:
-Eres más débil que una rata, niño inútil, ¿para qué saliste del pueblo? Vas a morir.
Finalmente, frustrado, Pokman, con un grito, lanzó la espada de madera bien lejos, que se hizo astillas contra un árbol. Se lió a puñetazos con la Trerra y el pobre animal chilaba entre horribles sufrimientos hasta que no pudo seguir gritando. Incluso después de muerta, la Trerra seguía temblando bajo los puños de Pokman, hasta que Isu le apoyó una mano en el hombro a su amigo.
-Ya terminó.- Acto seguido, el chico, inundado en sudor y aún rojo de ira, se calmó. Tanto él como W tenían la ropa hecha jirones. 
Samu  y Alecs se acercaron a Pokman. 
-Tío, no sabíamos que fueras tan fuerte con las manos. 
-Es lo que tiene el trabajo en el campo. 
-Yo también llevo toda la vida trabajando el campo, y aunque no sea un debilucho, tampoco tengo tanta potencia como tu. 
-Ni yo- corroboró W. 
-Tampoco yo. - añadió Isu. 
-¿Hasta cuando la cháchara? - se inmiscuyó Bin, con aire aburrido. 
-Bin tiene razón, deberíamos  ponernos en marcha si  queremos llegar mañana temprano a Term. - remató Samu. - Además, nadie nos prohíbe hablar mientras caminamos, no? 
Así continuaron el viaje hasta que anocheció. Decidieron montar un campamento. Se habían llevado también equipo de acampada , asi que montaron todo entre Isu, Alecs, Samu y Bin, mientras Poli les ladraba órdenes que mas que coordinar descoordinaban. Después hicieron un fuego y comieron algunas provisiones, todo esto mientras todos hablaban alegremente, aunque en el fondo de sus corazones, sobre todo en el de W, el miedo por el  ataque sufrido era bien intenso. 
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Una brisa heladora despertó a Isu a la mañana siguiente. Se incorporó, somnoliento, ubicándose, y vio el motivo de la frescura: Un extraño animal que no había visto nunca se estaba comiendo la tienda. Literalmente.Su gran boca engullía lentamente la tela de la tienda. Como no sabía que hacer, llamó a Samu y a Alecs, ya que le parecieron los más indicados para tomar una decisión en aquel momento. Samu se levantó sin necesidad de que lo tocara siquiera. "Normal, es un ninja" pensó Isu. Con Alecs le costó algo mas, pero cuando se levantó, sin necesidad de intercambiar palabras ambos supieron que debían salir de allí. Los Winos eran moles de pelo y carne que comían cualquier cosa, pero su comida favorita eran las telas. Debían salir de allí antes de que los engullera a ellos también.

Tras aquella puesta en marcha improvisada, retomaron la marcha, a pesar de que W y Bin caminasen como muertos vivientes debido al sueño.
Y así, sin tienda de campaña, la compañía llegó a Term a mediodía. Necesitaban ayuda, pero ¿encontrarían a alguien dispuesto a ayudar a un grupo de chavales?

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